En la arena o en el agua, tumbados en la toalla, con los niños en la orilla o nadando mar adentro..
Sandía, melón, melocotón y ciruela. Estas cuatro frutas están compuestas por más de un 80% de agua. Por ello, después de nadar, jugar a la pelota y pasear por la orilla de la playa, son idóneas para calmar la sed y el apetito tanto de los mayores como de los más pequeños.
La exposición solar intensa y prolongada puede facilitar la deshidratación, por lo que es importante beber suficientes líquidos y consumir alimentos ricos en agua.
Más si se va en familia, lo más inteligente será llevar una opción sana y nutritiva, que rehidrate y colme de sabor una tarde en la playa. También se podrá optar por cualquiera de las otras muchas frutas que la Tierra nos provee, siempre será un alimento saludable y fácilmente transportable.